-Pero lo cierto es que en mi
juventud, los días parecían no acabar nunca, y yo los arrastraba como si fueran
cadenas con bolas de hierro en sus extremos.
-Cada norma me golpeaba como un
latigazo y, a veces, por la noche, sentía que mi vida entera yacía enterrada
bajo un pesado manto de obligaciones absurdas y reglas trasnochadas.
-El artista debe seguir sólo sus
pasiones. Todo lo demás es como una soga que le oprime el cuello.
-Nunca he ocultado las razones de
mi decisión. Decidí educar a mi hija como estimé más conveniente. ¿Con que
propósito? Con ningún otro que el de procurar que viviera una vida libre
de la influencia limitadora de cualquier
pueblo o nación, desligada de las falsas ataduras de la costumbre, la ideología
o la sangre.
-Era un mundo totalmente opuesto
al que me habían enseñado a respetar, en el que todo parecía estar patas
arriba. El autocontrol se convertía en una forma de esclavitud, las promesas y
los contratos eran meros inventos para subyugar el espíritu, la ley moral no
tenía más valor que la moda pasajera. Más que cualquier otra cosa, era un mundo
en el que hasta los males más oscuros parecían revestidos de cierta dignidad
extraña y sombría.
-Le hablé de lo que la vida debe
ser, de las cumbres que de be alcanzar, de las pasiones que debe incorporar,
todo ello con la esperanza de que pudiera algún día llegar a vivir libre como
un pájaro. Porque la vida es mejor cuando se vive al borde de la locura.
-Que seríamos felices-- dije,
enfadado--. Si fuéramos libres para hacer lo que quisiéramos, ¿o crees tú que
seríamos felices?
-Que la carencia es nuestro
destino y que la fe es lo que empleamos para calmar sus horribles zarpazos.
-Lo inevitable me sorprende tan
poco como lo que sucede de manera inesperada.
-Pues aún no sabemos por qué,
dada la brevedad de la vida, lo profundo de nuestras necesidades y la fuerza de
nuestras pasiones, no perseguimos nuestra felicidad individual como un celo
aniquilador sin preocuparnos de nada más. Sólo sabeos que no lo hacemos, y que
toda nuestra bondad, nuestra única posibilidad de gloria, reside en es
inexplicable devoción a las demás cosas.
- La vida que tanto apreciábamos
no era más que un punto de luz, un minúsculo haz de conciencia, de una
fragilidad sin límites, breve, insostenible, y en eso las grandes vidas y las
pequeñas estaban igualadas, todas unidas con delicadeza por un mero aliento
común.
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jueves, 21 de febrero de 2013
EL MISTERIO DE LA LAGUNA NEGRA- Thomas H. Cook
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