Quizá
salga bien, quizá no, pero mira, nunca podré decir que ¡no lo intenté!
—Como
dice la canción eres el sol de mi vida y, si te veo triste, yo no puedo ser
feliz —susurra en mi oído—. Te prometo, pequeña, que iremos a España siempre
que quieras, que tu familia vendrá a nuestra casa siempre que quiera, pero, por
favor, sonríe; si yo no te veo sonreír, no puedo ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario